jueves, 20 de septiembre de 2012

lunes, 3 de septiembre de 2012

CELOS

El recuerdo de mi nombre ya te pesa,
como una losa inmensa de cementerio.
¿Qué será lo que te atraviesa
para que tengas de mí tan mal criterio?


¿Son acaso celos que te medran,
trepando por tu ego,
prendiendo en tu alma como hiedra,
quemando en tus entrañas como fuego?


Es tan grande la pasión que, hacia mi, tú sientes
que solo sientes el dolor de corazón,
y el rechinar de tus dientes.

Amantes

Atraviesa mi corazón de parte a parte,
como una aguda espada, caballero,
el dolor de no poderte decir “te quiero”,
al tenerte tan lejos y no poder tocarte.

Resquebraja ya mi alma, como tierra en sequía,
lagrimas de sangre que recorren las mejillas,
a ritmo de poemas voy añorando en las vigilias
esos tiernos besos que me diste, alma mía.

Dos soledades que se encuentran, sólo dos amantes,
escondimos nuestro amor en el fondo de la muerte,
una historia de amor, tan grande y diferente,
que nunca la hubo, ni la habrá, ni después ni antes.

Buscando un amor


Quisiera enamorarme otra vez,
estar de nuevo ilusionada,
poner mi mundo a tu merced,
sentirme entre tus brazos arropada.

...Mi brisa de primavera,
...mi lucero, abril, temprano,
es lo que siento a tu vera
si tú me coges de la mano.

Quisiera ser gaviota,
para surcar mil mares,
en busca de la isla más remota,
donde quieras que te hallares.

...Mi sol, rayito de calor,
...mi luna, escarcha mañanera,
es lo que siento por ti mi señor
si tu amor yo lo tuviera.

Quisiera ser veloz gacela
para recorrer el mundo entero
en busca de tu amor, aunque me duela
el no hallarte pronto, compañero.


...Vergel en flor,
...fragancia a romero,
para mi será un honor
decir que por ti yo muero.

Nombre de mujer


Tengo una pena, niño,
con nombre de mujer,
tengo una pena, niño,
de la que no me puedo defender.

Una que me sigue, que me amarga,
una sombra que me cubre con maldad,
una que nunca se aletarga,
una pena que se llama... soledad.

Tengo una pena, niño,
con nombre de mujer,
tengo una pena, niño,
una, que no me deja florecer.

Una, que se clava en el alma,
que me arrastra y me porfía,
una que no me da la calma,
una pena que se llama... melancolía.

¿Quién le puso nombre de mujer?
¿Quién te arrullara algún día?
¿Quién te hará florecer?
Soledad... melancolía.

No me mandes flores


A mi muerte, no me mandes flores, niño
no, no me mandes flores,
que no vea yo tu desaliño,
ni en mi tumba tú me llores.

Mi tumba es el aire, es el monte
no me mandes flores,
es el sol, es el mar, es el horizonte,
es la brisa de la mañana, es un mundo de colores,

No me mandes flores, chiquillo,
que por corona tengo lavanda y romero,
por vestido tengo jara y tomillo
y por pedestal tengo un lucero.

Yo vivo en tu boca, en tu pensamiento,
no me mandes flores corazón,
en tus días y tus noches en tu adentro
yo vivo, en tus sueños y en tu sinrazón.

Mándame tu risa,
mándame tu cielo,
mandaré yo mil besos en la brisa
para que te digan cuanto te quiero.

Cuatro letras

Cuatro letras quiero escribirte
recordando lo lejos que estás,
cuatro letras para decirte
que no te puedo olvidar.
Cuatro letras que en promesa diste,
jurando que muy pronto volverás.
Cuatro letras para decirte
que nunca te dejaré de AMAR.

Palabras de amor




Las cosas más bonitas de la vida son a veces las más sencillas.
¿A quién no se le regocija el corazón con una simple margarita?
¿Quién no se siente contento con una simple flor?
A veces solo basta con unas pequeñas palabras
que te hacen sentir que estas viva, esas pequeñas palabras, son las palabras de amor.
Son tan pequeñas esas palabras que cuando las llevas dentro te llenan el corazón, haciéndote creer que te explota el pecho sin poderlas sacar al exterior, te van quemando la garganta haciéndose un nudo de dolor, si henchido tienes el pecho, henchido tienes el corazón.
Suéltalas al aire, que se impregne el viento de palabras de amor, que las lleve lejos, donde se puedan posar en una flor,
para que esta hable por sí sola pequeñas palabras de amor.