domingo, 13 de diciembre de 2015

Meditando

Medito en lo que he hecho en la vida,
yo misma me doy un rapapolvo,
luego recuerdo que somos barro y polvo
me doy la vuelta y me quedo dormida.


viernes, 11 de diciembre de 2015

EL CUERVO MORADO ATORNASOLADO

Una banda de estorninos
se han subido al tejado
de la casa de Juanito
que está ya todo rajado.
Han visto al cuervo morado
desgranando una mazorca,
y anda todo alborotado
por robársela al vecino
cuando no se ha percatado.
Con tal ímpetu han llegado
que el tejado ha cedido
se han caído cuatro tejas
entre el pozo y el establo,
donde el burro está atado
con la soga, tranquilito,
dormitando cabizbajo,
un buen susto le han dado.
Ha empezado a dar coces
y el cubo se le ha enganchado
en las patas y en el rabo,
al estruendo de la lata
las gallinas cacareando,
las cabras saltando a brincos,
hasta el gato ha maullado.
Al escándalo Juanito
despertando de la siesta
escopeta en la mano
sale tras del que le ande
robando todo el ganado.
El perro que ha observado
el jaleo que han montado,
por culpa de un solo grano
que al cuervo se le ha escapado
sigue echado a la sombra
del árbol del avellano,
sin hacerle ningún caso,
sin fijarse que su amo
que encañona hacia el prado
pensando que los ladrones
se cobijan tras el huerto
porque ha visto de moverse
una rama de ese árbol.
Era el gato que con susto
escapando de las tejas
y al ruido de la lata
de un brinco se ha montado.
¡Pum! Juanito ha disparado
sale el perro asustado
con el rabo entre las patas
con los ojos dilatados,
como alma lleva el diablo.
Y el que menos culpa tiene
es el que lo ha pagado.
Con el ruido de escopeta
el vecino alertado
coge un palo y va a la huerta
de Juanito, y ve en el suelo
la mazorca ya sin granos,
y a palos la ha emprendido
con Juanito, por sisarlo.
Así termina la historia
del cuervo robando grano,
que aprovecha que ahora nadie
anda vigilando el campo,
se ha subido al sombrero
del gran espantapájaros
que el vecino ha plantado
en el medio del sembrado,
le ha cagado la chaqueta
y vuelto a robar el grano.

.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Pétalos de margarita

Deshojo de sus pétalos la margarita
por cada amor que me encuentro,
el tallo en la mano se me marchita
y el amor se me muere muy dentro.

Loco amor que me aprisiona,
que me ahoga hasta el aliento,
corazón que me palpitas, bien te siento
saliendo de mi pecho y persona.

Mala fortuna tengo en amores
por querer a quien me hiere,
por casorio pagué en dolores
queriendo a quien mal me quiere.

Si del amor fruto no siego...
sembraré de retoños esta vida,
pariré con dolores en un pliego
cada verso, cada estrofa de mi vida.

lunes, 23 de noviembre de 2015

COSAS QUE PASAN...

Tengo que decirles que algunas personas parecen imanes para los “raritos”, por no insultar.
Se vino de vacaciones a España, mi amiga, (llamémosla “mi amiga”, por aquello de la vergüenza ajena) a la costa del sol, concretamente a San Pedro de Alcántara (Marbella), que es donde yo vivo, no es que sea rica mi amiga, no, es que es aquí donde nació, cosas que nos pasan a los que emigramos, que en cuanto hay crisis en la zona, nos mandan a trabajar aunque sea al polo norte, y claro si vienes de vacaciones aunque sea invierno pues te vas a tomar el sol a la playa, y ya supondrán que los que han emigrado a otros países, y fríos encima, están fritos por rebozarse en cremas y tirarse en la arena y que el sol les dé por todas partes.
A lo que íbamos, se vino desde el extranjero a pasar unos días, y a ver a la familia, y a tomar el sol un poco, o sea a relajarse, habíamos quedado para comer juntas mi amiga y yo en un chiringuito y hablar de las cosas de la vida… de la familia… etc… Mientras yo trabajaba ella se decidió a bajar a la playa un rato antes, a eso de las 11 de la mañana, a ponerse con un poco de color, aunque sea rojo cangrejo cocido.
Hasta ahí bien, pues atraviesa el pueblo con los atavíos típicos de playa, vestidito playero, bikini, sandalias, toalla enrollada dentro de una bolsita playera, gafas de sol, total una guiri blancuzca y rubia.
No hace más que bajar camino a la playa… un hombre, (si se puede llamar hombre, por las pintas ni se sabe qué cosa era, en fin allá cada uno con sus pintas), el caso es que la va siguiendo… a la altura del parque de los niños la adelanta… se le queda mirando… le dice lo típico: “Jelou, jaguar yu” ahí es donde empieza el mosqueo de mi amiga que sospecha que la cosa no augura nada bueno, lo que le dijo fue “hola, como estás” pero en plan espanglis andaluzado, intentando aparentar que puede hablar inglés con ella, el “hombre” se para unos metros más adelante frente a ella… (Imagínese la escena, mallita corta apretada y blanca y camiseta pegada verde lechuga, me refiero al atuendo del menda) total que se sube la camiseta con una mano… se baja las mallitas con la otra a la altura de los muslos y deja sus atributos al aire. ¡Toma ya! (Ahí es nada, tan campante, como el que se para a pedir la hora)
No vayan a pensar que mi amiga se inmutó, que de tontos ya unos pocos se le han acercado, saca de su bolsa playera el móvil con toda tranquilidad… me hace una llamada… y me pregunta que qué hacer con tal individuo.
-Hija pues yo no estoy para correr, llama a la policía que llegaran más pronto, -yo por si el menda la ataca o algo parecido-. Les recuerdo que la amiga ya pasa los 30 años, es de día, o sea que se podrá defender gritando, digo yo.
Hace otra llamada… y cuelga, el tipo que no se ha tapado los atributos espera a ver qué reacción hace la mujer, y esta con toda tranquilidad le dice: Ya puedes vestirte y salir corriendo que acabo de llamar a la policía, y la oficina de los municipales está a la vista (apuntando calle arriba).
El “hombrecillo” le pide disculpas y le dice: Perdona, pensaba que eras extranjera, no quería asustarte, es que yo hago esto de vez en cuando, pero que ya me voy.
Y va retirándose lentamente, como el que le da tiempo a volver por si es una trola, la verdad es que los policías no aparecen por ningún lado, el hombre hace otro intento por acercarse, y toma de nuevo el móvil mi amiga y llama: ¡Oigan, que tengo al individuo siguiéndome con sus mandangas colgando! ¿Van a venir o no?
Respuesta del poli:
-Pero vamos a ver… ¿usted a dónde está?
-¡En el camino de la playa! ¡Ya he pasado el parque de los niños! ¡Esto es intolerable, en Inglaterra esto es un tema serio! ¿Van a venir o no?
- Vale… ya vamos.
Siguen caminando como si nada mi amiga, el tipo la sigue y ella vuelve a repetirle que ya están de camino y cerca.
Ahí es donde el tipo se inquieta y monta en su coche 4x4, se deja el portamaletas abierto y sale como alma que lleva el diablo.
Dirán que todo termina ahí, pues no, que aparecieron dos policías en moto, mi amiga que los ve llegar los llama haciendo señas, se bajan de la moto diciendo: “Gusmonin” (buenos días en ispanglis andaluzado también).
A lo que ella contesta, haciendo mueca negativa con la cabeza: Me pueden hablar en español, soy del pueblo.
- Vamos a ver señorita…. ¿Es usted la que ha llamado?
- Pues sí señor, ya era hora.
- ¿Dónde está el hombre que dice?
- ¡Ya se ha marchado, evidentemente!
- ¿Le ha hecho algo el hombre?
- ¡A mí no!
- Pues asunto resuelto.
Ahí es donde le hierve la sangre al ver tal pasividad.
- ¡Pero como que ya está! ¡Que estamos hablando de un exhibicionista! ¡Y encima en un parque público para niños! ¿No van a hacer nada? ¡Esto en Inglaterra tiene cárcel!
- Vale señorita, tranquilícese que no ha pasado nada, a ver dónde anda el hombre, como va vestido
-¡Ya se marchó, va vestido con una camiseta verde lechuga ajustada y unas mallas cortas blancas pegadas!
- A ver camiseta blanca… pantalón verde…
-¿Usted me está escuchando señor? ¡Una camiseta verde…verde… y unas mallas blancas ajustadas!
- Pero ya se fue, ¿no? De todas formas tomo nota, apropósito, ¿va usted a tomar el sol señorita? ¿por dónde se va a poner? ¿por aquí o por allí? (apuntando para la playa)
Eso ya la remató, miró al poli de arriba abajo y se dio la media vuelta sin abrir la boca, por respeto al uniforme.
Total se baja a la arena mi amiga, extiende la toalla para tumbarse, se pone los auriculares para relajarse y olvidar el incidente, y se dispone a descansar.
Hay poca gente en la playa, es día de diario, y si le sumamos que aún no es temporada de baño pues eso, que poca gente, algún jubilado que otro paseando.
Lo dicho, a lo lejos aparece un jubilado, a paso lento, con dificultad para andar sobre la arena, se encamina recto por la orilla y se va en dirección a mi amiga. (Esta que aún le dura el mosqueo lo mira de reojo por las gafas de sol y sin levantar cabeza).
El jubilado tambaleando ya se acerca…Parece que va a pedir algo… Se pone a la altura de ella y no tiene otra cosa que hacer que despelotarse el viejo.

- ¡La madre que los parió! ¡Serán guarros! ¡Aquí no puede una ni estar tranquila! ¡Váyase a la mierda!

No le quedó más remedio que recoger los bártulos y subirse para casa a toda prisa, porque a la policía no volvía a llamar, no.
Si es que hay días que una ni puede salir de casa, parece que los primeros rayitos de sol les afecta a algunos como el agua a los caracoles, que en cuanto caen tres gotas se llenan los parques y salen todos a remojarse con los cuernos al aire (hablo de los caracoles).
En fin, cosas que nos pasan a las mujeres.

martes, 17 de noviembre de 2015

El accidente de Mari Pili

El accidente de Mari Pili

Aunque parezca mentira a veces la realidad supera la ficción, este es el caso verídico, de verdad, del accidente de Mari Pili. (No hay sangre, por si lo han pensado).
Mari Pili es una española afincada en Inglaterra, después de muchos años allí se decidió a sacarse el carnet de conducir, una locura, sí, porque en Reading las carreteras no son autovías, más bien entran todas en poblaciones y eso es un matadero a las horas punta y a cualquier hora, mariquita el último.
Ella que no es muy ducha en esto de conducir pues la verdad se atacó de los nervios, pero se lo pudo sacar bien sin dificultad, oigan no cogió el libro de estudio sino hasta la noche anterior.
Yo decía para mí, esta no aprueba, pero me confundí, aprobó el teórico a la primera.
El práctico ya le costó, le tocó una señora mayor de maestra y era algo gritona, no le fue bien, los nervios se le dispararon al doble, menos mal que la cambiaron a un señor “de talla grande” no es por insultar, es que yo también soy de talla grande y eso de “gordito” me parece un poco ridículo.
Pues a lo que íbamos, menos mal que los de talla grande somos muy tranquilos, eso la animó a conducir mejor, recordemos que en Inglaterra conducen por la izquierda, y luego dicen que los españoles conducimos al revés. ¿…? En fin dejemos el tema……
Pues después de dos intentos aprobó sin problema, lo malo es que no compró coche hasta mucho tiempo después, estarán pensando que se olvidó de conducir, no, pero los nervios se incrementaron, y claro cuando se compró su primer coche, 1200 libras, de no sé cuántas manos, estaba feliz con su bólido “nuevo”, no hizo más que usarlo una semana y un buen día se levanta como siempre para ir al trabajo y se lo encuentra “enfermo” “de moco caído”, vamos, una pena, los laterales rayados…. No una raya, en forma de montañitas, los espejos retrovisores en el suelo… las puertas hundidas, no un lado, todos.
¿Quién habría podido ser el que usó tan mala saña?
Evidentemente si estas en proceso de divorcio suma dos y dos. Claro no queremos acusar a nadie… pero suma, suma….
En fin que llama al trabajo para excusarse que no va a poder ir, que ha de ir a poner denuncia.
Se pone en camino con su “bólido” espachurrado, con el consiguiente cante, vamos que da el cante por donde pasa de lo destrozado que lo lleva, colorada tendría que ir, aparte de lo indignada. - Quiero hacer un inciso, Mari Pili equivocó su profesión, tenía que haber sido abogada o jurista, porque cuando se le mete en la cabeza algo y además tiene razón… escóndete Franco que te la lía bien liada-.
En fin que hizo la denuncia, rellenando y firmando todos los papeles, y más porque no había que si no los firma del tirón.
Llama al trabajo y dice que se pone en camino que ya ha terminado, ahí es cuando viene lo peor, no hace más que ponerse en carretera… una vía para cada sentido… un camión que va delante… se confunde de salida… se pone el tío a frenar… da marcha atrás a toda leche en plena carretera… y que como si fuera sordo, ¡ ZASSSSSSSSSSSS! Se la lleva por delante, mejor dicho la envistió a ella por delante, el camión por detrás. Y va y se mete en la vía secundaria hasta un polígono, supondrán que Mari Pili se quedó inmóvil, pues no, se fue detrás de él con el coche arrastrando de todo y dando saltitos.
-¡Pedazo de animal! ¿No me has oído? ¿No has oído que me has embestido? ¿No has oído que hemos pitado toda la fila de coches que íbamos detrás?
En esto que se baja del camión un adolescente de no más de 20 años, (se deduce por el acné juvenil) y con cara de despistado dice que no ha oído nada.
Para qué dijo eso, la bronca se la dio bien dada añadiendo que si no fuese de pastillero con la música a tope se daría cuenta de que la había arrastrado muchos metros atrás.
Menos mal que las compañías de transportes tienen buenos seguros, menos mal, y se hicieron cargo desde ese mismo momento, le pusieron un coche de sustitución de inmediato, y le pagaron su coche porque no se podía arreglar, 1400 libras. (¿Recuerdan que le costó 1200 libras? Pues eso, le dieron más de lo que le costó.)
Eso sí, ahora tocaba revisar los daños personales, que después de la tensión viene la calma, los dolores de espalda y el chichón en la rodilla porque se había incrustado la llave de arrancar y el pomo, sangrando por la rodilla y el cuello rígido llama al trabajo para decir que finalmente no podrá ir por los nuevos acontecimientos, el “empanado” que coge el teléfono le dice que si irá después, ¿…?
- No te acabo de decir que nooooo, que casi me matan. Dice Mari Pili.
- Bueno pues entonces vendrás más tarde y nos tomamos un café a ver si nos cuentas que ha pasado.
- Al hospital es a donde voy so idiota. (la cosa se pone fea)
Ya en el hospital la revisan y los de los “saca-cuartos de los seguros” la abordan para sacarle el máximo posible, total que le ponen rehabilitación por seguro y por privado, le sacan lo del pago del coche y por daños un tanto considerable. No está mal. Y si se deja Mari Pili le siguen poniendo más tonterías, el caso es sacar más cosas a los seguros, ¡cómo son estos saca-cuartos!
En fin que después de llorar un día y andar coja dos la llaman del seguro para que recoja un coche de sustitución.
-María, (así es como la llaman en Inglaterra, porque no saben que lo de Pilar es nombre y no saben pronunciar bien el -Pili-, cosas de ingleses,) la llamamos para quedar en darle el coche de sustitución.
- Vale, estoy en el centro, tráiganmelo a la puerta del Argos, (centro comercial).
- De acuerdo, la persona que se lo lleva se llama Oliver.
- De acuerdo, aquí lo espero.
Cuando se tuercen las cosas se tuercen, en la puerta de Argos se queda esperando el coche y al conductor, Oliver; pasa un coche por la puerta… se le queda mirando a Mari Pili… ella se le queda mirando… el hombre ataviado con chaleco reflectante, y de color, no el chaleco, el de color es el hombre, da igual el detalle, como si quiere ser verde el hombre, el caso es que la saluda con la mano… ella saluda también, hasta ahí normal, se para el coche… baja la ventanilla… se acerca Mari Pili…
- Hola, ¿eres Oliver?
- Si, sube.
Se sube al coche, cierra la puerta, se pone el cinturón y el hombre, con una sonrisa de oreja a oreja, le pregunta… ¿A dónde vamos?
-¿Cómo que a donde vamos? (dice Mari Pili, ahí empieza el mosqueo).
No me digas que no eres Oliver,
- No, no lo soy.
(Aquí viene el cabreo natural de la que apuntaba a abogada o jurista y empieza a despotricar palabras fuertes, muy fuertes).
-¡Que harta estoy de inútiles! Le pide que pare, se baja a toda prisa del coche y con un portazo y una palabra fea se despide, y ahí la tienes dando cotejadas de vuelta al centro comercial a esperar al tal Oliver.
En fin que cuando apareció el tal Oliver, el inocente, pudo ver la cara de malas pulgas de Mari Pili, y se limitó a darle las llaves y a marcharse.
Esas son las cosas que pasan a las nuevas generaciones, que salen a trabajar al extranjero, y no se acuerdan que son hijos de humildes y valientes Cazurros, eso sí, ¡que no se metan con uno de los nuestros que la tenemos! ¡Amos anda, a ton de que! ¡Madrita, como está el mundo!
Menos mal que nos queda la familia que es un poco sensata….

martes, 10 de noviembre de 2015

El amor al dinero.




























El dinero es un amante caprichoso, ensimismado,
celoso, lo mismo viene que va,
te alegra la vida si está contigo, da paz,
le sonríes, hasta que se va sin decir adiós,
y no sabes cuándo regresará.

El dinero es un amante desagradecido,
lo cuidas con mimos, con prudencia,
y por mucho que te afanes, que lo arropes,
siempre tiene prisa por marchar.

El dinero es un amante taciturno,
te quita el sueño si llega,
te quita el sueño si se va,
es ave nocturna que sale a cazar.

El dinero es un amante palpitante,
cuando aparece palpitas de alegría
sin saber hasta dónde llegará.
Por más que lo amarras, lo encadenas,
lo escondes, un día vas a verlo y ya no está,
y vuelves a palpitar en desconsuelo.

El dinero, caprichoso amante,
fugaz, irreverente, amargura ardiente,
calamidad, hielo que quema,
hoguera de vanidad.

El dinero es un amante infiel.
Te engaña cuando está contigo,
te apresa, te asfixia, te mata,
le da igual, se ríe, viene y va.

El dinero, cruel asesino,
separa familias, amigos, padres e hijos,
no tiene apego a la vida,
no tiene respeto a mayores ni a niños,
no tiene amor ni vergüenza,
no enseña nada bueno, ni se puede comer.

Correr tras el dinero es un afanarse tras el viento,
Un querer guardar el agua
en un cesto de mimbre,
es un querer apagar el sol.

Renunciaré a encariñarme al dinero,
vil caballero, audaz arrogante,
cuando lo desprecie viviré en paz,
viviré como viven los amantes,
un rato, un día, un uso, y a soñar.

Soñaré con paseos cogidos de la mano,
con tardes de verano en el río,
atardeceres rojizos y sombríos
oliendo a tierra mojada.

Soñaré con amaneceres floridos,
con el sonido de las olas,
con el canto de los pajarillos,
soñaré en tu regazo, amor, contigo a solas.

Soñaré, que soñar es gratis,
y eso se puede dominar.
Soñaré y dejaré volar la imaginación,
que los sueños libres son, y son gratis.

Y si algún día tengo dinero
echaré la moneda a una fuente
para comprarme un sueño diferente,
uno que yo no espere,
que no sepa de qué va,
uno que venga sin que lo haya de llamar.

Cuando aparezca sabré que es mi sueño,
lo tomaré de la mano, le miraré a los ojos,
sonreiré, me sonreirá, y habrá un palpitar,
y juntos fabricaremos arcoíris de colores,
pompas de jabón, jugaremos con las olas,
con la lluvia sedosa, con el viento silbador.

Adiós al dinero, amante infame,
será el último en el hogar, lo usaré
para protección, porque para amante
ya tengo el amor verdadero,
y ese será para siempre y será gratis.

lunes, 26 de octubre de 2015

Carta a ninguna parte.

Si alguna vez estuvieses perdido
en la senda oscura de la vida,
recuerda que mi alma aun encendida
te está mostrando el camino.

Aún te espero, y no te olvido,
la casa que dejaste vacía
entristeció ante la cruel partida,
fuiste deshonesto, funesto, intempestivo.

No te odio, no es mi motivo.
Tampoco ser distante es cosa mía,
ni soy fría, ni te tengo antipatía,
ni hacerte daño es mi objetivo.

Aunque no vuelvas, ni hayas sufrido,
ni me recuerdes, aún eres mi vida,
aunque sea yo la única herida
te escribo para que vuelvas, amor querido.

Sé que surgirá un nuevo amor conmigo,
quizás sea un amor a primera vista,
lo aceptaré de forma altruista,
quizás sea un antiguo conocido.

No me quejo de tu olvido repentino,
me duele esta esperanza mía elegida,
ante tu inclinación tan anodina…
horizonte lejano… paulatino…

Escribo esta carta a ninguna parte, al olvido,
a ningún lugar, al viento, al horizonte, a la vida,
yo cumplí mi parte, y eso a mí me convalida,
escribo a un amor querido, amor vivido.

Si a mi puerta llama el cariño, afecto vivo,
renovando la esperanza perdida,
volverá a nacer en mí, sin medida,
un nuevo amor, siendo bien avenido.

jueves, 1 de octubre de 2015

viernes, 25 de septiembre de 2015

BERENGUELA, LA MANUELA Y EL JILGUERO.



La señora Berenguela
se pasea con sombrero,
a su lado va Manuela
una gata con pañuelo.

Van camino de la escuela
en busca de su jilguero,
Valentín con castañuelas
con fajín y con vaqueros.

Se sientan en la plazuela,
la merienda lo primero,
saca pan y mortadela,
y un zumito de pomelo.

-Buenas tardes Berenguela,
dice Paco Cañamero.
-Buenas tenga usted Manuela,
dice Curro a boleo.

Guadalupe la tahonera:
-Vaya usted con Dios, jilguero.
-Con Dios vaya panadera.
-Dios le guarde caballero.

La campana campanera
repicando, y el jilguero
de roquero y castañuela
marca un paso de torero.

MariJose peluquera,
Tito, Toño y Arturo
en medio de la plazuela
se tiran al bailoteo.

Ya se arranca Berenguela
arrojando su sombrero,
remangando la entretela
que le cuelga del trasero.

Al compás de la Manuela
al fandango y al bolero
a campana y castañuela
se ha montado el cachondeo.

Taconea Josefina,
a las palmas Atilano
y Mari Luz de Esperanza,
y a la caja el Jorreto.

Al jolgorio en la plazuela
se presenta el pregonero,
el alcalde con su abuela,
y Juan Bimbas el Juanero.

-¿Pero qué jolgorio suena?
Ni dormir la siesta puedo.
¡Todo el mundo a la era,
desde el último al primero!

Llega la vieja enfermera,
la matrona y camillero,
un guardia con escopeta,
hasta Abilio el camarero.

-¿Pero qué clase de fiesta
se ha montado todo pueblo?
Interroga la alcaldesa,
que no ha ido al peluquero.

Con el miedo a la escopeta
ha salido el jilguero,
se ha puesto en medio la plaza
a poner paz en el pueblo.

-Con perdón a que me meta,
quiero hablar y le desvelo
que esto era una sorpresa
que montamos en secreto.

Preparamos una fiesta
para el treinta de febrero,
en honor a la alcaldesa,
y al alcalde el primero.

Con orgullo y retreta,
y con miedo en el cuerpo,
se burló de la alcaldía,
evitando el arresto.

Y se fueron a su casa
contentos pero corriendo,
el jilguero y la Manuela
Berenguela y el pueblo.

Ahora tiene que pensarla,
una fiesta “pa” febrero,
o se carga una multa
por juerguista y por gamberro.

Por si no se dieron cuenta
el treinta cae bisiesto
cuatro años que le falta
en librarse del encierro.

¿Entre tanto quien se acuerda
de ese dicho del jilguero?
¿No será que la alcaldesa
y el alcalde ya se fueron?

Votarán otra remesa
que organice a este pueblo,
nuevo alcalde y alcaldesa,
y esto queda “pal” recuerdo.

Si quieren montar la danza,
se tienen que ir al huerto
de tía Fore o Tere Tapia,
o si no al de Loreto.

Que no deben en la plaza,
reunido el concejo,
meter ruido, meter danza,
ha dicho el ayuntamiento.

-Ante esto Berenguela,
(dice al señor jilguero)
y repite a Manuela:
Apañaos van los Fuenteños.

Que los corpus ya se encajan,
ni moritos hemos hecho,
perronillas son escasas
y el maimón se queda seco.

De aguardiente toman copa,
toman dos de anís del seco,
del que guarda toda casa
para celebrar festejo.

Y en eso canta Manuela
recortando el limonero:
"Que los corpus ya se encajan
y andan locos los Fuenteños".

A ver si este año dejan
que los toros sean fieros,
que la Fuente ya se queja
que le sueltan los corderos.

Entre baile y zarandaja
así anda todo el pueblo
mientras le montan la plaza.
¡Apañaos van los Fuenteños!

martes, 21 de julio de 2015

La maltratada.



Un beso salió de mi boca
para posarse en tus labios,
no me quedan más besos ni boca
que apacigüen tus agravios.

Aunque son ya muchos años
sigo llevando en el alma este tormento,
de golpes, vituperios y engaños,
y ya no me queda ni un sólo lamento.

Ni quejas de mis labios salen,
ni tus regalos, ni tus flores ya me valen,
ni más perdones, ni más te quiero.

Tú, no necesitas de mis amores,
ni yo sufrir de ti más dolores,
ni que me mates, porque ya muero.


miércoles, 15 de abril de 2015

BREVES (33)





"Entraste en mi vida de repente,
arrollando mis murallas bien seguras,
bravío y bullicioso cual torrente
me abriste brecha de gran envergadura.
Ahora tengo miedo, amor, a perderte
y en mí te guardo a portón y cerradura”.




BREVES (14)

“¡Quién fuera rosa para atraerte
con el aroma, y mientras la llevas
al olfato robar un beso de tu boca!”.


miércoles, 1 de abril de 2015

BREVES

“Tú eres un mar en calma,
y yo soy la arena seca reposada
esperando que me besen tus olas,
y si en fuerte marejada me llegases,
amor mío, revolveré mi tierra
en tus aguas para fundirnos
en rizos de espuma salada”.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Crónicas de una Cazurra en Roma.



Fui a Roma, con mi nieta y con mi hija, y vine contenta, contenta y dolorida de los pies.
Que ¿por qué? Ya me dijeron que fuese con zapato cómodo porque hay mucho que ver y se va andando la mayor parte del tiempo. ¡Oigan! Me creía que estaba en Salamanca por la cantidad de iglesias, monumentos y edificios ornamentados románicos. ¡Qué bonito todo!
El dolor de pies era porque las calles estaban empedradas, nada que ver con las de Ciudad Rodrigo, las calles mirobrigenses tienen mejor empedrado, más limpio, más clarito, más grande, ¡dónde va a parar!, “amos anda”, la tierra charra es más fina y más elegante hasta en el suelo. Pues como iba diciendo del dolor de pies, el empedrado, es muy irregular, para empezar son piedras pequeñas, como de 10cm x 10cm y encima separadas unas de otras como 1,5cm, o sea que olvídate de tacón, y encima no están igualados, cuando por un lado se elevan las piedras por otro están hundidas, vas andando como si fueses coja, bueno al final cojeas de verdad porque te tuerces los tobillos al andar, así te pongas zapatillas de esparto.
Me alojé en la zona de Trastevere, (lo he dicho bien) una zona típica de allí, no sé por qué se me metió en la cabeza que se llamaba Piccadilly, mi hija me reñía diciendo que Piccadilly está en Londres, que eso era Trastevere, Trastevere, de eso lo aprendí.
¡Bonita es un rato Roma!
La Fontana... –Pssssss-¬‐, la Fontana te la encuentras de repente, no te la esperas, me dice: Ahora vamos a entrar a la plaza de la Fontana de Trevi... Y entras, vamos que te la encuentras de sopetón, el frontón de la iglesia de La Fuente de San Esteban es más grande que la fuente de Trevi, hasta la plaza es más grande la de Fuentes. Yo casi no la vi la Fontana, la verdad, andaban de obras y estaba enterrada en andamios. ¡Ah! Agua no tenía tampoco, aunque le tiraba monedas igualmente. Yo les decía a la gente: “No echéis más monedas que no van a terminar de limpiarla nunca, y a esto tendrán que ponerle el agua limpia, digo yo”. Ni caso, como si no me entendieran.
Fui a ver el Coliseo, ¡impresionante! ya sé que le falta la mitad por la erosión del tiempo, ya, pero es igual de bonito, además que casi no te das cuenta de lo roto que esta, como no paran de venderte artilugios los indios, porque eso sí, indios hay más que italianos, te venden de todo, “dos euros, un euro” “compra, compra”, te lo meten a la fuerza, será que por eso que casi ni lo ves bien y estas deseando de salir de allí. Me cogí mi table y lo busque por internet, pude verlo por dentro, por arriba, por debajo, en 3D, así no espere colas para entrar y no aguante a los vendedores. Si es que si no lo haces así aprendes italiano con acento hindi.
El edificio de las Cortes... la plaza Venecia... qué bonito todo, aunque haya escaleras, que haberlas hailas, no te dejan sentarte a descansar, enseguida llega un señor serio con uniforme y te silba con el silbato y con la mano te da indicaciones de levantarte, no se lo curra mucho el hombre para hablar idiomas, el de signos lo domina bien. Ahora que lo mejor de lo mejor las pizzas, nada que ver con las que comemos aquí, nada de nada, tres días a pizzas, y si me hubiese quedado una semana... A pizzas también. El “cafelate” (cafelito en andaluz) con tres dedos de espuma, ¡que rico!
En lo que fallan es que no tienen ni pasteles ni bollería sin azúcar, o desayunas bocadillo salado o te pones de azúcar hasta arriba, una servidora que es golosa y con diabetes, “dita sea”, ¡oigan! pastelerías y cafeterías inundadas de pasteles por todos lados, yo pique más de un día, menos mal las “pechas” de andar, que digo yo que se compensaría.
Una cosa que no se me olvide, en el Coliseo ¡no te saques fotos con los romanos! Los romanos que visten de pecho-¬‐lata y faldita corta con el escobón en la cabeza, esos, si, los de tiempos de Jesucristo, te dicen que les saques foto, te obligan a arrimarte, y cuando le das al “clic” te ponen la mano, ¡10 euros! ¿Cómo? Que 10 euros por sacar la foto me dice el barrendero mentalizado, que eso es otra, mira que ponerle un escobón en la cabeza, algún gobernante tacaño que lo invento para que barriesen las telarañas al pasar por debajo, en fin, a lo que iba, que pagues 10 euros aunque sea tuya la cámara.
Bueno pues allí media hora discutiendo con el romano:
-¬‐ ¡Que sí, que 10 euros!
-¬‐ ¡Que no que yo no te pago!
-¬‐ ¡Que no haber sacado la foto!
-¬‐ ¡Que toma que ya la borro!
-¬‐ ¡Que no vale eso, que ya la has sacado!...
Bueno, bueno, corriendo me tuve que ir porque si me quedo ya venían más romanos y seguro que me detienen. ¡Qué mal rato!
Ten cuidado cuando sacas fotos que no todo son estatuas de piedra o mármol, algunas te ponen la mano para que pagues tres euros. ¡El susto que te dan!
Ya le tuve que decir a mi hija, que esa tiene idiomas y ha recorrido mucho mundo, que me avise antes de sacar foto, y encima va y me riñe porque no dejo de apuntar a todo.
¡Oigan! ¡700 fotos me traje! Y en dos días solamente, al final va a tener razón la niña.
Se preguntaran si fui al Vaticano, ¡pues claro!
¡Una cooola de geeente! ¡Una coooolaaaa! Aquello no era una cola, aquello era una riada humana. Al Papa no lo vi, por más que lo buscaba pero “na” no asomo ni a saludar. Yo me preguntaba, si me ponía a la cola, ¿en qué mes iba a llegar a la capilla Sixtina?. Ahora a los que si vi es a los Camarlengos, dio la casualidad de que hacían el cambio de guardia. “Pa ti y pa mi” el uniforme es menester cambiarlo, parecen el payaso de Micolor. En fin, allá ellos...
A lo que íbamos, si no es por mi hija todavía estoy en la cola, ¡no es lista “ni na”! Se fue para un indio bajito que llevaba una placa en el pecho colgando y le dijo algo en inglés, el indio la mando para un jamaicano de dos metros de alto, moreno con pelos rastas, y nos dijo que le siguiéramos, en castellano, eso sí lo entendí. A mí eso me daba mal rollo, ¿qué quieren que les diga?, sobre todo cuando nos sacaba de la plaza San Pedro. ¡Mira que le tengo advertido que no hable con extraños, y menos con pelos rastas!. ¿A que nos lleva a una esquina y nos vende algo? ¡Que yo no quiero líos! A ver si aparecen los del escobón y no salimos de Roma.
¡Qué majo el largo! ¡Y yo pensando mal! Nos metió por la puerta trasera sin esperar cola, nos puso una radio colgando y un auricular y nos puso una guía para que nos llevase por todo el Vaticano para que no nos perdiésemos. ¡Qué majo! Eso sí, nos cobró, que me enteré después, 50 euros a cada una, y encima la radio había que devolverla. Menos mal a que la guía nos llevaba, de tanta escultura por las paredes, de tanto mosaico por el suelo, de tanto tapiz colgado, y tanta pintura hasta en el techo, yo ya no sabía si iba o venia. ¡Cuánta gente había dentro! Yo me acordaba de los pobres de la cola. Eso sí, el Vaticano es un museo a lo bestia. ¡Menudas figuras masculinas más bien talladas, con su tableta de chocolate desde el pecho hasta el ombligo!.
Con los dibujos del techo, me refiero a los dibujos femeninos, se lucieron, o el Miguel Ángel ese no había visto nunca a una mujer desnuda o puso de modelo a sus amigotes para ahorrarse unas perras. ¡Madre mía! Que “musculacos” le pinto a las pobres mujeres, que caras de tío les puso, que brazos... Bueno lo de los brazos se puede entender, que antes no había lavadoras y si tenían que ir al río a lavar los pecho-¬‐latas... Pues con dos que llevarán a lavar no es de extrañar lo de sus brazos musculados. Lo de la cara... No eran agraciadas las pobres.
Bueno, que me gusto todo en general.
Cuando dejé el hotel para irme al aeropuerto hice un “sin pa” (sin pagar), en el hotel no, en el autobús que me monte para ir a la estación, y cuando iba a pagar a la conductora el trayecto, entre que no sabía cómo se dice y ella no me entendía y una mampara que la cubría toda... Pues eso, ¿a ver como pago yo?, menos mal que un hombre me dijo que no se paga con dinero, hay que comprar un billete en la estación. Me baje en la estación en busca de una máquina expendedora de billetes y va el autobús y se marcha... Yo salí en dirección contraria. Un “sin pa” en toda regla. ¡Ah! Se me olvidaba, era el segundo, el primero fue en el tranvía, que como la maquinita decía “fuori de servizio” pues eso que un “sin pa” en toda regla y con excusa. Eso sí lo entendí bien.
A quien no entendí fue a un indio que se me arrimó diciendo: “Informazioni, informacioni”, por más que le preguntaba que qué quería saber él no me respondía. Por señas me dijo, o yo le entendí, que si iba a volar, le dije que iba a coger un autocar primero para el aeropuerto. “Aeroporto, aeroporto si” va y me dice, y se pone a correr delante mía toda la estación de autobuses gritando aeroporto.
No sé... Debió de pensar que se me escapaba el autobús y quiso muy amablemente llevarme abriendo paso. Cuando me deja en un andén que pone aeropuerto me enseña en su mano monedas, chatarra, como pude que dije que ya tenía billete, el insistía en que monedas para él, yo por señas, esas que te pones los dedos índice y corazón entre la nariz, canina, tiesa, le decía yo, me entendió, y va y me enseña un billete de 20 euros, que acepta billetes. Money finito, dije yo, y se quedó conforme. Cuando se dio la media vuelta me despidió como los toreros, si hombre, como cuando los toreros rematan la faena con el estoque y el toro ya en el suelo va y levanta el brazo con fuerza como diciendo : Ahí queda eso. Pues así me hizo el indio, levantó el brazo dijo algo así como: ¡Vaffanculo!.
¿? Me quede pensando... No entendí... Recordé los consejos que mi madre decía: “Allí donde fueres haz lo que vieres”.
Como había sido tan amable el hombre, y aunque estaba ya lejos lo llamé a voces: ¡Signore, Signore! Y quise que viese que los españoles también somos amables, me despedí en su idioma:
“¡Ciao bello! ¡Vaffanculo!
Me fui pitando sin ver su reacción, que el autobús no espera ni el avión tampoco.
¡Roma es mucho Roma, señores, y hay que volver!

miércoles, 25 de febrero de 2015

jueves, 15 de enero de 2015

EL RETRATO

Quisiera dibujarte con tizas, a pastel,
para poder difuminar con mis dedos
cada trazo, y acariciarte en el papel.

Repasaría cada mechón de tu cabello
resaltando onda a onda con conté,
negro... blanco... gris con destello.

Papel Canson para reflejar tu semblante,
surcos de una vida consagrada,
luchador tenaz, cual caballero andante.

Remarcaría tus hombros firmes y agotados
soportando la carga día a día,
regalando alegrías a tus seres amados.

Un pecho fuerte que da cabida al corazón,
albergando el cariño de tu entorno,
lo pintaré de grana y rojo pasión.

Haré de azul cielo tus ojos, o verde aceituna,
o negro azabache, o marrón chocolate,
o miel, o gris, no sé... con destellos de luna.

¡Qué lástima! Olvidé el color de tus ojos,
y al acercarme a tu cara para verlos
quedo prendada de tus labios rojos.

Que sí te veo de cerca me muero...
Que si de lejos te miro tiemblo...
Y terminar el cuadro no quiero.

Y en esas ando, a medias dibujando,
porque a cada trazo que hago
suspiro, y de ti me estoy enamorando.