martes, 24 de septiembre de 2013

Tú eres el amor de mi vida.

Tú eres el amor de mi vida,
la tranquilidad de mi refugio
como atardeceres de otoño,
eres el calor del invierno
arropado entre algodones,
eres la leña de la chimenea
que chisporrotea en mi interior.

Eres la melodía de la lluvia
que repiquetea en los cristales,
el silbido del aire entre las encinas
que parecen decir mi nombre.

Eres tan prístino y veraz
como amanecer en las montañas,
eres mi frescura y renovación,
eres el abrazo tierno,
al tamborileo del corazón,
el beso tranquilo y franco en la frente,
en la mejilla el cariñoso y
en los labios la pasión.

Eres mi brisa de verano,
el trino de un jilguero,
un ruiseñor enamorado,
eres la fragancia de una flor.
Doy gracias a Dios por conocerte
aunque sea tarde en los años.
Si me ves ensimismada, amor,
como ausente, no me distraigas,
porque probablemente esté rogando
a Dios que si esto es un sueño
no deje que me despierte,
y si es real, que no faltes antes que yo.