lunes, 30 de noviembre de 2015

Pétalos de margarita

Deshojo de sus pétalos la margarita
por cada amor que me encuentro,
el tallo en la mano se me marchita
y el amor se me muere muy dentro.

Loco amor que me aprisiona,
que me ahoga hasta el aliento,
corazón que me palpitas, bien te siento
saliendo de mi pecho y persona.

Mala fortuna tengo en amores
por querer a quien me hiere,
por casorio pagué en dolores
queriendo a quien mal me quiere.

Si del amor fruto no siego...
sembraré de retoños esta vida,
pariré con dolores en un pliego
cada verso, cada estrofa de mi vida.

lunes, 23 de noviembre de 2015

COSAS QUE PASAN...

Tengo que decirles que algunas personas parecen imanes para los “raritos”, por no insultar.
Se vino de vacaciones a España, mi amiga, (llamémosla “mi amiga”, por aquello de la vergüenza ajena) a la costa del sol, concretamente a San Pedro de Alcántara (Marbella), que es donde yo vivo, no es que sea rica mi amiga, no, es que es aquí donde nació, cosas que nos pasan a los que emigramos, que en cuanto hay crisis en la zona, nos mandan a trabajar aunque sea al polo norte, y claro si vienes de vacaciones aunque sea invierno pues te vas a tomar el sol a la playa, y ya supondrán que los que han emigrado a otros países, y fríos encima, están fritos por rebozarse en cremas y tirarse en la arena y que el sol les dé por todas partes.
A lo que íbamos, se vino desde el extranjero a pasar unos días, y a ver a la familia, y a tomar el sol un poco, o sea a relajarse, habíamos quedado para comer juntas mi amiga y yo en un chiringuito y hablar de las cosas de la vida… de la familia… etc… Mientras yo trabajaba ella se decidió a bajar a la playa un rato antes, a eso de las 11 de la mañana, a ponerse con un poco de color, aunque sea rojo cangrejo cocido.
Hasta ahí bien, pues atraviesa el pueblo con los atavíos típicos de playa, vestidito playero, bikini, sandalias, toalla enrollada dentro de una bolsita playera, gafas de sol, total una guiri blancuzca y rubia.
No hace más que bajar camino a la playa… un hombre, (si se puede llamar hombre, por las pintas ni se sabe qué cosa era, en fin allá cada uno con sus pintas), el caso es que la va siguiendo… a la altura del parque de los niños la adelanta… se le queda mirando… le dice lo típico: “Jelou, jaguar yu” ahí es donde empieza el mosqueo de mi amiga que sospecha que la cosa no augura nada bueno, lo que le dijo fue “hola, como estás” pero en plan espanglis andaluzado, intentando aparentar que puede hablar inglés con ella, el “hombre” se para unos metros más adelante frente a ella… (Imagínese la escena, mallita corta apretada y blanca y camiseta pegada verde lechuga, me refiero al atuendo del menda) total que se sube la camiseta con una mano… se baja las mallitas con la otra a la altura de los muslos y deja sus atributos al aire. ¡Toma ya! (Ahí es nada, tan campante, como el que se para a pedir la hora)
No vayan a pensar que mi amiga se inmutó, que de tontos ya unos pocos se le han acercado, saca de su bolsa playera el móvil con toda tranquilidad… me hace una llamada… y me pregunta que qué hacer con tal individuo.
-Hija pues yo no estoy para correr, llama a la policía que llegaran más pronto, -yo por si el menda la ataca o algo parecido-. Les recuerdo que la amiga ya pasa los 30 años, es de día, o sea que se podrá defender gritando, digo yo.
Hace otra llamada… y cuelga, el tipo que no se ha tapado los atributos espera a ver qué reacción hace la mujer, y esta con toda tranquilidad le dice: Ya puedes vestirte y salir corriendo que acabo de llamar a la policía, y la oficina de los municipales está a la vista (apuntando calle arriba).
El “hombrecillo” le pide disculpas y le dice: Perdona, pensaba que eras extranjera, no quería asustarte, es que yo hago esto de vez en cuando, pero que ya me voy.
Y va retirándose lentamente, como el que le da tiempo a volver por si es una trola, la verdad es que los policías no aparecen por ningún lado, el hombre hace otro intento por acercarse, y toma de nuevo el móvil mi amiga y llama: ¡Oigan, que tengo al individuo siguiéndome con sus mandangas colgando! ¿Van a venir o no?
Respuesta del poli:
-Pero vamos a ver… ¿usted a dónde está?
-¡En el camino de la playa! ¡Ya he pasado el parque de los niños! ¡Esto es intolerable, en Inglaterra esto es un tema serio! ¿Van a venir o no?
- Vale… ya vamos.
Siguen caminando como si nada mi amiga, el tipo la sigue y ella vuelve a repetirle que ya están de camino y cerca.
Ahí es donde el tipo se inquieta y monta en su coche 4x4, se deja el portamaletas abierto y sale como alma que lleva el diablo.
Dirán que todo termina ahí, pues no, que aparecieron dos policías en moto, mi amiga que los ve llegar los llama haciendo señas, se bajan de la moto diciendo: “Gusmonin” (buenos días en ispanglis andaluzado también).
A lo que ella contesta, haciendo mueca negativa con la cabeza: Me pueden hablar en español, soy del pueblo.
- Vamos a ver señorita…. ¿Es usted la que ha llamado?
- Pues sí señor, ya era hora.
- ¿Dónde está el hombre que dice?
- ¡Ya se ha marchado, evidentemente!
- ¿Le ha hecho algo el hombre?
- ¡A mí no!
- Pues asunto resuelto.
Ahí es donde le hierve la sangre al ver tal pasividad.
- ¡Pero como que ya está! ¡Que estamos hablando de un exhibicionista! ¡Y encima en un parque público para niños! ¿No van a hacer nada? ¡Esto en Inglaterra tiene cárcel!
- Vale señorita, tranquilícese que no ha pasado nada, a ver dónde anda el hombre, como va vestido
-¡Ya se marchó, va vestido con una camiseta verde lechuga ajustada y unas mallas cortas blancas pegadas!
- A ver camiseta blanca… pantalón verde…
-¿Usted me está escuchando señor? ¡Una camiseta verde…verde… y unas mallas blancas ajustadas!
- Pero ya se fue, ¿no? De todas formas tomo nota, apropósito, ¿va usted a tomar el sol señorita? ¿por dónde se va a poner? ¿por aquí o por allí? (apuntando para la playa)
Eso ya la remató, miró al poli de arriba abajo y se dio la media vuelta sin abrir la boca, por respeto al uniforme.
Total se baja a la arena mi amiga, extiende la toalla para tumbarse, se pone los auriculares para relajarse y olvidar el incidente, y se dispone a descansar.
Hay poca gente en la playa, es día de diario, y si le sumamos que aún no es temporada de baño pues eso, que poca gente, algún jubilado que otro paseando.
Lo dicho, a lo lejos aparece un jubilado, a paso lento, con dificultad para andar sobre la arena, se encamina recto por la orilla y se va en dirección a mi amiga. (Esta que aún le dura el mosqueo lo mira de reojo por las gafas de sol y sin levantar cabeza).
El jubilado tambaleando ya se acerca…Parece que va a pedir algo… Se pone a la altura de ella y no tiene otra cosa que hacer que despelotarse el viejo.

- ¡La madre que los parió! ¡Serán guarros! ¡Aquí no puede una ni estar tranquila! ¡Váyase a la mierda!

No le quedó más remedio que recoger los bártulos y subirse para casa a toda prisa, porque a la policía no volvía a llamar, no.
Si es que hay días que una ni puede salir de casa, parece que los primeros rayitos de sol les afecta a algunos como el agua a los caracoles, que en cuanto caen tres gotas se llenan los parques y salen todos a remojarse con los cuernos al aire (hablo de los caracoles).
En fin, cosas que nos pasan a las mujeres.

martes, 17 de noviembre de 2015

El accidente de Mari Pili

El accidente de Mari Pili

Aunque parezca mentira a veces la realidad supera la ficción, este es el caso verídico, de verdad, del accidente de Mari Pili. (No hay sangre, por si lo han pensado).
Mari Pili es una española afincada en Inglaterra, después de muchos años allí se decidió a sacarse el carnet de conducir, una locura, sí, porque en Reading las carreteras no son autovías, más bien entran todas en poblaciones y eso es un matadero a las horas punta y a cualquier hora, mariquita el último.
Ella que no es muy ducha en esto de conducir pues la verdad se atacó de los nervios, pero se lo pudo sacar bien sin dificultad, oigan no cogió el libro de estudio sino hasta la noche anterior.
Yo decía para mí, esta no aprueba, pero me confundí, aprobó el teórico a la primera.
El práctico ya le costó, le tocó una señora mayor de maestra y era algo gritona, no le fue bien, los nervios se le dispararon al doble, menos mal que la cambiaron a un señor “de talla grande” no es por insultar, es que yo también soy de talla grande y eso de “gordito” me parece un poco ridículo.
Pues a lo que íbamos, menos mal que los de talla grande somos muy tranquilos, eso la animó a conducir mejor, recordemos que en Inglaterra conducen por la izquierda, y luego dicen que los españoles conducimos al revés. ¿…? En fin dejemos el tema……
Pues después de dos intentos aprobó sin problema, lo malo es que no compró coche hasta mucho tiempo después, estarán pensando que se olvidó de conducir, no, pero los nervios se incrementaron, y claro cuando se compró su primer coche, 1200 libras, de no sé cuántas manos, estaba feliz con su bólido “nuevo”, no hizo más que usarlo una semana y un buen día se levanta como siempre para ir al trabajo y se lo encuentra “enfermo” “de moco caído”, vamos, una pena, los laterales rayados…. No una raya, en forma de montañitas, los espejos retrovisores en el suelo… las puertas hundidas, no un lado, todos.
¿Quién habría podido ser el que usó tan mala saña?
Evidentemente si estas en proceso de divorcio suma dos y dos. Claro no queremos acusar a nadie… pero suma, suma….
En fin que llama al trabajo para excusarse que no va a poder ir, que ha de ir a poner denuncia.
Se pone en camino con su “bólido” espachurrado, con el consiguiente cante, vamos que da el cante por donde pasa de lo destrozado que lo lleva, colorada tendría que ir, aparte de lo indignada. - Quiero hacer un inciso, Mari Pili equivocó su profesión, tenía que haber sido abogada o jurista, porque cuando se le mete en la cabeza algo y además tiene razón… escóndete Franco que te la lía bien liada-.
En fin que hizo la denuncia, rellenando y firmando todos los papeles, y más porque no había que si no los firma del tirón.
Llama al trabajo y dice que se pone en camino que ya ha terminado, ahí es cuando viene lo peor, no hace más que ponerse en carretera… una vía para cada sentido… un camión que va delante… se confunde de salida… se pone el tío a frenar… da marcha atrás a toda leche en plena carretera… y que como si fuera sordo, ¡ ZASSSSSSSSSSSS! Se la lleva por delante, mejor dicho la envistió a ella por delante, el camión por detrás. Y va y se mete en la vía secundaria hasta un polígono, supondrán que Mari Pili se quedó inmóvil, pues no, se fue detrás de él con el coche arrastrando de todo y dando saltitos.
-¡Pedazo de animal! ¿No me has oído? ¿No has oído que me has embestido? ¿No has oído que hemos pitado toda la fila de coches que íbamos detrás?
En esto que se baja del camión un adolescente de no más de 20 años, (se deduce por el acné juvenil) y con cara de despistado dice que no ha oído nada.
Para qué dijo eso, la bronca se la dio bien dada añadiendo que si no fuese de pastillero con la música a tope se daría cuenta de que la había arrastrado muchos metros atrás.
Menos mal que las compañías de transportes tienen buenos seguros, menos mal, y se hicieron cargo desde ese mismo momento, le pusieron un coche de sustitución de inmediato, y le pagaron su coche porque no se podía arreglar, 1400 libras. (¿Recuerdan que le costó 1200 libras? Pues eso, le dieron más de lo que le costó.)
Eso sí, ahora tocaba revisar los daños personales, que después de la tensión viene la calma, los dolores de espalda y el chichón en la rodilla porque se había incrustado la llave de arrancar y el pomo, sangrando por la rodilla y el cuello rígido llama al trabajo para decir que finalmente no podrá ir por los nuevos acontecimientos, el “empanado” que coge el teléfono le dice que si irá después, ¿…?
- No te acabo de decir que nooooo, que casi me matan. Dice Mari Pili.
- Bueno pues entonces vendrás más tarde y nos tomamos un café a ver si nos cuentas que ha pasado.
- Al hospital es a donde voy so idiota. (la cosa se pone fea)
Ya en el hospital la revisan y los de los “saca-cuartos de los seguros” la abordan para sacarle el máximo posible, total que le ponen rehabilitación por seguro y por privado, le sacan lo del pago del coche y por daños un tanto considerable. No está mal. Y si se deja Mari Pili le siguen poniendo más tonterías, el caso es sacar más cosas a los seguros, ¡cómo son estos saca-cuartos!
En fin que después de llorar un día y andar coja dos la llaman del seguro para que recoja un coche de sustitución.
-María, (así es como la llaman en Inglaterra, porque no saben que lo de Pilar es nombre y no saben pronunciar bien el -Pili-, cosas de ingleses,) la llamamos para quedar en darle el coche de sustitución.
- Vale, estoy en el centro, tráiganmelo a la puerta del Argos, (centro comercial).
- De acuerdo, la persona que se lo lleva se llama Oliver.
- De acuerdo, aquí lo espero.
Cuando se tuercen las cosas se tuercen, en la puerta de Argos se queda esperando el coche y al conductor, Oliver; pasa un coche por la puerta… se le queda mirando a Mari Pili… ella se le queda mirando… el hombre ataviado con chaleco reflectante, y de color, no el chaleco, el de color es el hombre, da igual el detalle, como si quiere ser verde el hombre, el caso es que la saluda con la mano… ella saluda también, hasta ahí normal, se para el coche… baja la ventanilla… se acerca Mari Pili…
- Hola, ¿eres Oliver?
- Si, sube.
Se sube al coche, cierra la puerta, se pone el cinturón y el hombre, con una sonrisa de oreja a oreja, le pregunta… ¿A dónde vamos?
-¿Cómo que a donde vamos? (dice Mari Pili, ahí empieza el mosqueo).
No me digas que no eres Oliver,
- No, no lo soy.
(Aquí viene el cabreo natural de la que apuntaba a abogada o jurista y empieza a despotricar palabras fuertes, muy fuertes).
-¡Que harta estoy de inútiles! Le pide que pare, se baja a toda prisa del coche y con un portazo y una palabra fea se despide, y ahí la tienes dando cotejadas de vuelta al centro comercial a esperar al tal Oliver.
En fin que cuando apareció el tal Oliver, el inocente, pudo ver la cara de malas pulgas de Mari Pili, y se limitó a darle las llaves y a marcharse.
Esas son las cosas que pasan a las nuevas generaciones, que salen a trabajar al extranjero, y no se acuerdan que son hijos de humildes y valientes Cazurros, eso sí, ¡que no se metan con uno de los nuestros que la tenemos! ¡Amos anda, a ton de que! ¡Madrita, como está el mundo!
Menos mal que nos queda la familia que es un poco sensata….

martes, 10 de noviembre de 2015

El amor al dinero.




























El dinero es un amante caprichoso, ensimismado,
celoso, lo mismo viene que va,
te alegra la vida si está contigo, da paz,
le sonríes, hasta que se va sin decir adiós,
y no sabes cuándo regresará.

El dinero es un amante desagradecido,
lo cuidas con mimos, con prudencia,
y por mucho que te afanes, que lo arropes,
siempre tiene prisa por marchar.

El dinero es un amante taciturno,
te quita el sueño si llega,
te quita el sueño si se va,
es ave nocturna que sale a cazar.

El dinero es un amante palpitante,
cuando aparece palpitas de alegría
sin saber hasta dónde llegará.
Por más que lo amarras, lo encadenas,
lo escondes, un día vas a verlo y ya no está,
y vuelves a palpitar en desconsuelo.

El dinero, caprichoso amante,
fugaz, irreverente, amargura ardiente,
calamidad, hielo que quema,
hoguera de vanidad.

El dinero es un amante infiel.
Te engaña cuando está contigo,
te apresa, te asfixia, te mata,
le da igual, se ríe, viene y va.

El dinero, cruel asesino,
separa familias, amigos, padres e hijos,
no tiene apego a la vida,
no tiene respeto a mayores ni a niños,
no tiene amor ni vergüenza,
no enseña nada bueno, ni se puede comer.

Correr tras el dinero es un afanarse tras el viento,
Un querer guardar el agua
en un cesto de mimbre,
es un querer apagar el sol.

Renunciaré a encariñarme al dinero,
vil caballero, audaz arrogante,
cuando lo desprecie viviré en paz,
viviré como viven los amantes,
un rato, un día, un uso, y a soñar.

Soñaré con paseos cogidos de la mano,
con tardes de verano en el río,
atardeceres rojizos y sombríos
oliendo a tierra mojada.

Soñaré con amaneceres floridos,
con el sonido de las olas,
con el canto de los pajarillos,
soñaré en tu regazo, amor, contigo a solas.

Soñaré, que soñar es gratis,
y eso se puede dominar.
Soñaré y dejaré volar la imaginación,
que los sueños libres son, y son gratis.

Y si algún día tengo dinero
echaré la moneda a una fuente
para comprarme un sueño diferente,
uno que yo no espere,
que no sepa de qué va,
uno que venga sin que lo haya de llamar.

Cuando aparezca sabré que es mi sueño,
lo tomaré de la mano, le miraré a los ojos,
sonreiré, me sonreirá, y habrá un palpitar,
y juntos fabricaremos arcoíris de colores,
pompas de jabón, jugaremos con las olas,
con la lluvia sedosa, con el viento silbador.

Adiós al dinero, amante infame,
será el último en el hogar, lo usaré
para protección, porque para amante
ya tengo el amor verdadero,
y ese será para siempre y será gratis.