martes, 10 de noviembre de 2015

El amor al dinero.




























El dinero es un amante caprichoso, ensimismado,
celoso, lo mismo viene que va,
te alegra la vida si está contigo, da paz,
le sonríes, hasta que se va sin decir adiós,
y no sabes cuándo regresará.

El dinero es un amante desagradecido,
lo cuidas con mimos, con prudencia,
y por mucho que te afanes, que lo arropes,
siempre tiene prisa por marchar.

El dinero es un amante taciturno,
te quita el sueño si llega,
te quita el sueño si se va,
es ave nocturna que sale a cazar.

El dinero es un amante palpitante,
cuando aparece palpitas de alegría
sin saber hasta dónde llegará.
Por más que lo amarras, lo encadenas,
lo escondes, un día vas a verlo y ya no está,
y vuelves a palpitar en desconsuelo.

El dinero, caprichoso amante,
fugaz, irreverente, amargura ardiente,
calamidad, hielo que quema,
hoguera de vanidad.

El dinero es un amante infiel.
Te engaña cuando está contigo,
te apresa, te asfixia, te mata,
le da igual, se ríe, viene y va.

El dinero, cruel asesino,
separa familias, amigos, padres e hijos,
no tiene apego a la vida,
no tiene respeto a mayores ni a niños,
no tiene amor ni vergüenza,
no enseña nada bueno, ni se puede comer.

Correr tras el dinero es un afanarse tras el viento,
Un querer guardar el agua
en un cesto de mimbre,
es un querer apagar el sol.

Renunciaré a encariñarme al dinero,
vil caballero, audaz arrogante,
cuando lo desprecie viviré en paz,
viviré como viven los amantes,
un rato, un día, un uso, y a soñar.

Soñaré con paseos cogidos de la mano,
con tardes de verano en el río,
atardeceres rojizos y sombríos
oliendo a tierra mojada.

Soñaré con amaneceres floridos,
con el sonido de las olas,
con el canto de los pajarillos,
soñaré en tu regazo, amor, contigo a solas.

Soñaré, que soñar es gratis,
y eso se puede dominar.
Soñaré y dejaré volar la imaginación,
que los sueños libres son, y son gratis.

Y si algún día tengo dinero
echaré la moneda a una fuente
para comprarme un sueño diferente,
uno que yo no espere,
que no sepa de qué va,
uno que venga sin que lo haya de llamar.

Cuando aparezca sabré que es mi sueño,
lo tomaré de la mano, le miraré a los ojos,
sonreiré, me sonreirá, y habrá un palpitar,
y juntos fabricaremos arcoíris de colores,
pompas de jabón, jugaremos con las olas,
con la lluvia sedosa, con el viento silbador.

Adiós al dinero, amante infame,
será el último en el hogar, lo usaré
para protección, porque para amante
ya tengo el amor verdadero,
y ese será para siempre y será gratis.

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