lunes, 27 de mayo de 2013

Una Cazurra en Andalucía



Lo de venir a Andalucía es una empresa muy grande, como lo oyen, que no es lo mismo venir de vacaciones que quedarse para vivir y trabajar.
Necesitas tener idiomas, eso lo primero, para poder moverte por ella de forma segura, y segundo necesitas paciencia para poder disfrutarla en toda su salsa.

La primera vez que me vine de Salamanca para Andalucía me costó mucho trabajo entender todos los idiomas, como por ejemplo el algodonaleño... el granadino... el rondeño... el montejaqueño... el esteponero...el pontanes... el ubriqueño...
¿Que no son eso idiomas?
Sí, ya sé que son dialectos, o formas lingüísticas regionales, pero como si fuesen idiomas, oigan, que a mí me parecieron lenguas extrajeras.
¿Que por qué lo digo?
Porque no es lo mismo la peseta castellana que decir "pessssssete" de Puente Genil, o cuando para decir que están de acuerdo te sueltan eso de: "diiiiigo", ahí te quedas esperando a ver qué es lo que dicen.
Para decir eso de "amigo, hace mucho tiempo que no te veo" te dicen "quillo, onde anda".
Como cuando preguntas que quién ha venido te dicen "El Cidro"
-¿El cedro?
-No quilla, el Cidro.
- ¿Alciro?
Al final, y menos mal, te traduce alguien para que sepas que era "Isidro".

Lo peor de todo es que hablan deprisa y con el acento particular de cada región.
¡Que eso hay que aprenderlo pronto o no te enteras de nada!
Te pasas todo el día diciendo: ¿Qué? ¿Qué has dicho?
Y para colmo si te hablan a la vez diferentes personas, de diferentes regiones andaluzas, ya es cuando se hace un batiburrillo de ideas, y mientras seas de Andalucía todo va bien, lo malo es cuando vienes de Salamanca y aún no tienes el oído educado, ahí es el problema, mientras traduces a una ya ha cambiado de tema la otra, o sea que vas tarde en todas las conversaciones, y claro se te queda cara de tonta intentando que no se te acumulen las traducciones, y cuando ven que no pillas una dicen eso de:

- " Ta ennortá, e o no”.

- digooooooo.

¡Si es que no tienen consideración con los novatos!
Piensan que una en el colegio ya ha aprendido de todo.
Esto es más difícil que entender a los médicos en una convención de medicina con su habla técnica.
Hablando de médicos, recuerdo una vez que fui al especialista, al H. Costa del Sol, con mi hijo de trece años, porque le dolían las piernas, nada más sentarnos vimos que había cuatro médicos atentos a nuestras explicaciones, eso inquieta mucho, que dices tú:
- Esto será serio cuando te reciben tantos médicos y tan expectantes a tus explicaciones.
Lo reconoce el más mayor y va diciendo a los más jóvenes:
- Individuo joven, manifiesta cuadro de inmovilidad de extremidades inferiores, recurrente, sin tratamiento hospitalario, manifiesta osteocondritis disecante clara, lo derribamos para su casa, no hay nada que hacer aquí, será un paciente extra hospitalario, recomendamos reposo y cama hasta el final.
(Se lo he traducido un poco para que entiendan por dónde iban)

¿Qué entienden ustedes?

Pues yo lo que entendí fue claro, que se me iba el niño y no había nada que hacer.
Mira si puse cara entre horrorizada y compungida que una enfermera que andaba por allí me vino y me explicó que yo había entendido mal.
No es que entendí mal, es que no entendí nada, sólo que me quedaba sin hijo, y el susto se quedó para mí.
Lo que el médico estaba haciendo era dar clases, a otros médicos aprendices, sin darse cuenta de que yo estaba escuchando también, y sólo era ama de casa.
Total y en definitiva, que el niño había dado el estirón del crecimiento muy deprisa y se había quedado sin líquido en las rodillas y necesitaba reposo solamente.
Una no está puesta en la jerga médica, y a poco que te digan en su verborrea te ponen los pelos de punta.
Hay que hablar claro y entendible, y asegurarte que te han entendido.

Bueno pues el llegar a Andalucía tres cuartos de lo mismo.

Déjenme que les ponga un ejemplo:
La primera vez que yo entré a trabajar fue en la Costa del Sol, en un hotel, la primera vez en mi vida, o sea que iba "empanada" y si le sumamos a eso que contaba con sólo catorce años, le faltaban unos meses para ello, pues eso, "empanada y media" y si encima sumamos que nunca me había topado con un andaluz, pues eso, empanada total.
Empezaron los repartos de trabajo... Tu aquí... Tu allá... Y así una decena de niñas, cuando me llegó el turno me dice la encargada:

- "Pili de Salamanca, atrinca la aljofifa y pázala al zanguan, y ten cudiao con las curianas.
¿...?
Eso digo yo, que si ustedes lo han tenido que leer dos veces yo lo memorice cien para ver si le sacaba significado, cara de boba se me quedó, intentando disimular asentí con la cabeza, y aunque me moví del sitio no sabía a dónde ir.

A ver, lo de Pili de Salamanca está resuelto.
Atrinca es coge.
La aljofifa... La aljofifa... Mejor lo dejamos para el final.
El zanguan... El zanguan... Me suena a San Juan, zan será san y guan será Juan.
Cudiao me suena a cuidado.
Y las curianas como no sean coreanas de Corea o corianas de Coria pues no sé.
Me decidí por lo que entendí: ir a la capilla en busca del San Juan, pasarle la aljofifa, que supongo que será alguna cinta como cuando en el pueblo de la Caridad le pasas la cinta de raso al santo y la bendices, pues eso, y las curianas ya veré el rasgo facial si es asiática o extremeña.
Oigan, la capilla estaba oscura y con olor a humedad, como no se abría desde su cierre a principios de invierno, y estábamos a principios de primavera… pues que no había quien entrara, allí no había ni un alma.
El jardinero, que estaba cerca y mirando a ver a dónde iba yo, se me acerca y me dice que la capilla no está para limpiar aún, que hay que ventilarla primero porque han fumigado.
Cuando le expliqué que me habían mandado allí en busca del santo puso cara de extrañeza, me dijo que qué era exactamente lo que me habían mandado, le dije lo mismo:
"Atrinca la aljofifa y pázala al zanguán, y ten cudiao con la curianas".
Se partió de risa el tío, a mí no me hacia ninguna gracia, pero él no paraba de doblarse de la risa, y va y me dice:
- Anda ven zagala, sígueme.
Me lleva de nuevo al hotel, y me dice que empiece por allí.
¿...?
Lo que me habían dicho en concreto era:
"Coge la bayeta y pásala por la entrada y ten cuidado con las cucarachas".

- Atrinca= coge
- La aljofifa= la bayeta.
- El zanguan= el zaguán o entrada.
- Y las curianas =cucarachas.
- Y lo de ten cuidado no era por si me atacaban, era para que no empezase a gritar cuando saliesen cucarachas de los rincones, que ya se sabe que las adolescentes le hacen ascos a todo y gritan con nada.
-
Menos mal que eso se pasa pronto y aprendes a decir "Oju" "Digo"y un montón de cosas más que hacen de Andalucía una tierra entrañable, inigualable y alegre.
Si es que hasta que no adaptas el oído y dejas de inventar no te enteras de nada, menuda pandilla.
Y hablando de pandilla...


En el comedor del hotel, me refiero al comedor de servicio, cada uno tenía su sitio, se comía muy bien por cierto, para eso Juan el cocinero tenía muy buena mano y los alimentos eran de primera.
Bueno a lo que iba, que nos sentábamos en mesas cuadradas de formica, las muy amigas unían sus mesas, las demás nos sentábamos de cuatro en cuatro.
Un día de tantos nos juntamos cuatro chicas en una mesa, estaba sucia, y por no ir a buscar una "aljofifa" (bayeta) a la cocina, alguna tuvo la genial idea de que con la miga de un bollito de pan la limpiásemos, luego al terminar de comer como se debían de llevar a la cocina los platos sucios pues eso, que lo tirábamos ya de paso.
Una de ellas sacrifico la miga de su bollito de pan, ya que quería perder peso, por aquello de ponerse el bikini...
Bueno pues lo dicho, se abrió el bollito... se limpió la mesa... se puso en medio de las cuatro... y nos dispusimos a comer.
Colocamos el agua y los vasos, cortamos cada una su bollito y lo pusimos a la izquierda, y a comer y contar el día como le fue a cada una.
De primero patatas con calamar y almeja, ¡qué cosa más rica!
De segundo croquetas con ensalada, que las hacia Juan Carlos, más ricas aún.
De postre alguna fruta, y seguíamos la charla amena contando las anécdotas del día.
Terminamos de comer y toca recoger los platos, vasos y cubiertos.
¿Se están preguntando por la miga de pan con la que se limpió la mesa?
¡Yo también pregunté, y mi compañera y la otra y la otra también!

¡YO NO FUI!

Las otras tres dijeron lo mismo.
¡Dios quiera que a la dichosa miga le hubiesen salido patas y hubiese escapado de la tortura de arrebañar el plato!
Porque si no su destino fue la barriga de una de las cuatro pero...

¡YO NO FUI!
No, no.
¿No?
Creo que no.
Mejor lo dejamos a la duda.
¡Así es Andalucía!

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